Hemos desayunado bien, dormido mejor y el día es bueno ... ¡¡pues vamos de compras!!. la cosa es que yo quería mirar un pinlock para el caso y un traje de agua que no mojase, así que decidimos parar en alguna tienda de motos para ver lo que tienen. Lo primero encontrarlas, lo segundo esperar a que abran ... joder si es que madrugamos demasiado.
Miramos en un par de ellas, y el pinlock no lo tienen, el traje de agua si así que a la maleta, mi compi se pilla unos guantes y ojea un casco para la próxima.
Después del atasco de la frontera cogemos el eje pirenaico, la idea es entrar en el valle de Aran por la Bonaigüa y desde allí seguir por Francia. Por Sort, Llavorsí y el resto de la valle el día es precioso, pero según ascendemos la Bonaigüa vamos entrando en la nube y en el valle de Aran el tiempo es malo, niebla, lluvia fina ... lo malo es que tiene toda la pinta que no va a mejorar, así que en Vihella decidimos ir por España a ver como esta la cosa ... y esta bien. De nuevo con sol disfrutamos de la carretera hasta Castejón de Sos donde paramos a comer.
Seguimos sin tener claro que hacer, por un lado repetir el Tourmalet, el Obisque, el Aspin nos apetece mucho, pero no queremos hacerlo metidos en la niebla. Decidimos cruzar el túnel de Biescas y una vez allí decidir. Según nos acercamos al túnel las nubes se descuelgan desde la vertiente francesa, lo que no augura nada bueno.
Una vez en el lado francés las cosa empeora, yo voto por dar media vuelta, mi compañero por seguir, y como no vamos a discutir por una cosa de esas, seguimos por el norte a ver que pasa.
Llegamos medio entre nubes y nieblas a Saint Lary Soulan y yo temo que nos metamos en la niebla al subir el primero de los puertos el Aspin, pero me equivoco la subida es una gozada, bajamos y enfilamos el Tourmalet, también sol y buen tiempo, aunque las nubes entran y salen lo único que consiguen es hacer más bello el paisaje.
Después de disfrutar de la cima y echar de menos a nuestro colega Eltron, comenzamos el descenso, yo me noto raro, entre el sol que entra de cara y la visera que la tengo algo sucia no veo bien, decido que cuando vea un fuente paro a pasar un paño y limpiarla. En algún lugar de la carretera que une Luz-St-Sauveour y Argelès-Garzost me toco lo ojos y .... Arrgggg!!! me he olvidado las gafas en la cima de puerto ¡mierda!, paro y se lo digo a Belda, recuerdo perfectamente que me las quite y las deje encima del asiento para ponerme el casco, pero en lugar de volvermelas a poner me fui, mientras me ajustaba el casco, a la cuneta a hacer un pis ... y salí con las gafas en el asiento.
Decidimos que yo vuelvo (son unos 30km) y el sigue para Sallent, buscara alojamiento y yo ya llegare.
Así que salgo raudo y veloz, y disfruto del puerto mucho más de lo que lo he hecho nunca, no hay tráfico, voy rápido volando sobre las curvas, las paellas me divierten, sera por los miles de ellas que hicimos en Suiza, llego a la cima poco después de las ocho .... y no están las gafas, el bar esta cerrado y aunque hay luz y llamo para preguntar nadie me contesta, hace viento y mis gafas sin montura pueden haber volado muy lejos. Decido no perder más el tiempo y empezar el descenso ... lo sigo disfrutando, si en la subida no había nadie en la bajada la sensación es de absoluta soledad.
En Argelès-Garzost pongo gasolina y avanzo rumbo al Sulor y al Oubisque, se que se me hará de noche mucho antes de llegar a Sallent, pero me gustaría haber pasado esos dos puertos con luz, los subo rápido, solo, viendo como el sol baja poco a poco para ocultarse en el horizonte, el Soulor lo hago de día, el tramo entre el Soulor y el Oubisque es mágico, la luz de atardecer y las nubes bajas lo hacen misterioso y bello muy bello, bajo la velocidad y disfruto de las vistas, se me va a hacer de noche igual y estar allí arriba acompañado solo por alguna vaca es increíble y hay que disfrutarlo.
Llegando al Soulor al atardecer |
Llegando al Oubisque al atardecer |
En la cima no hay nadie, solo en viento y la noche, durante la bajada la niebla me envuelve y yo bajo con mucho cuidado, no quiero encontrarme con algún animal en la carretera, fijo que por aquí no tengo cobertura. Cuando paso por la estación de esquí de Gourette suena un mensaje en el móvil: Tenemos habitación en el hostal de la ultima vez. Respondo diciendo donde estoy y sigo camino.
La subida al Portalet la hago también con cuidado, la niebla sigue entrando y saliendo, el ambiente sigue siendo mágico, no hay nadie, desde que empece a subir el col du Soulor no me he encontrado con nadie, nunca había tenido esa sensación de soledad en la moto, además estoy bien, el cansancio no me esta afectando, la noche es buena, me gustaría seguir conduciendo toda la noche, me encuentro bien, muy bien.
En la cima hace fresco, pero se que me queda nada, así que no me abrigo me lanzo para abajo buscado el final, una cerveza y compañía, llego a Sallent sobre las 11, en ese momento están sacando unos calamares y alguna otra ración más, Belda ha calculado bien, muy bien y ha pedido la cena.
Cenamos, charlamos, tomamos unas cervezas y nos vamos a dormir, han sido muchas horas y mañana sera otro día.
Ahhh!!! Si pasas por el Tourmalet pregunta en el bar si tiene unas gafas olvidadas desde agosto, son gafas sin montura con las patillas azulitas ... si las encuentras dimelo.
Estamos en mitad del Pirineo, he llegado a tiempo para cena, el tiempo es bueno y aún nos queda un día de vacaciones. Las motos duerme a cubierto justo debajo de nosotros. ¿Se puede pedir algo más?
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